Señor Jesús,
te encomiendo mi servicio de médico.
Que visite y atienda a mis pacientes con amor, paciencia y sabiduría
para que aprenda a hacer el diagnóstico del cuerpo y del alma.
Concédeme, por la intercesión del bondadoso médico mártir,
beato Dr. Mariano Mullerat, que me ayudes a tratar a mis pacientes
y a sus familias, con bondad, delicadeza y amor,
comunicando siempre consuelo y esperanza.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.